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ALKALINE IONIZED WATER from NATURAL MINERAL SOURCE
TODOS SOMOS AGUA
Nuestro cuerpo está formado principalmente por agua hasta en un 60-70%, por lo que beber agua diariamente es un elemento crucial para mantener una hidratación y salud optimas. Nuestros órganos, la sangre y la mayor parte de los sistemas corporales están compuestos, formados o contienen agua de una u otra manera, lo que significa que para su rendimiento perfecto y seguro, el mantener un aporte hidratante de calidad es esencial.
Pero ¿qué es en realidad un aporte hidratante de “calidad”?
Nos referimos al aporte genérico de fluidos, especialmente de agua que sea pura, fresca y se encuentre libre de contaminantes, que contenga minerales y promocione el sostenimiento de una salud apropiada, y unos valores de potencial de hidrógeno (pH) adecuados.
Lo cierto es que esta agua de “calidad”, no es fácil de encontrar hoy en día en nuestro planeta, y cuando se encuentra, esta mantiene unos costes imposibles de asumir para la mayoría de la población en general, máxime en el ámbito del gran consumo y en la cadena alimentaria que se nutre de la gran distribución y la industria asociada.
Así, aun en el caso de que hablemos de aguas de manantial, muchas de ellas están plagadas de restos de pesticidas y otros agentes químicos indeseables, contaminantes procedentes en su mayor parte de la agricultura, el tratamiento de los cultivos, los abonos, y toda clase de polución de origen terrestre, aérea y de todo tipo, elementos que representan un peligro potencial para la salud cuando se ingieren a través del agua de consumo general, que los contiene disueltos.
De esta manera, sucede que inclusive una gran mayoría de las aguas embotelladas poseen grados de contaminación por estos agentes y no se diferencian mucho de las aguas de redes municipales potables o de otras aguas de consumo libre, salvo en el marketing y la publicidad que las acompaña, y el precio, que suele ser mucho más elevado.
Por otro lado, los procesos de filtrado y eliminación de estos “residuos” a los que se someten ciertos tipos de agua, eliminan también la mayoría de los minerales (incluidos los necesarios y saludables), por lo que ningún beneficio se obtiene al consumirla.
GLAICE es un agua deliciosa, saludable y natural mineral en origen, a la que se la han eliminado los elementos indeseables, de los que en origen aparecen naturalmente, y que ha sido sometida a un proceso extraordinario de preparación mediante un sistema protegido como secreto industrial y que recrea las características hidro-geológicas del agua original, fuente de vida, como lo era en la tierra cuando no existían elementos perturbadores y la atmósfera era pura, como eran el agua y el hielo que yacían sobre la corteza de nuestro planeta. Tal es la contribución de la naturaleza, que GLAICE no precisa de filtrados especiales o procesos de "regulación" o "ajustes" de sus elementos, como ocurre con el agua de ciertos manantiales, cuyos niveles de ciertos elementos, como el flúor, por ejemplo, las hacen contraindicadas para niños, lactantes o madres gestantes.
Nuestro producto y tecnología, permiten llevar al alcance de todos y cada uno de los consumidores que lo deseen un producto de calidad insuperable, con unas señas de identidad y pureza inigualables y unas características especiales que la hacen sin duda, la bebida de elección por encima de cualquier otra ofertada comercialmente en el mercado, sin los inconvenientes de los elevados costes y precios de aguas de naturaleza análoga o bebidas parecidas (aguas de glaciar, aguas “gourmet” y otras), cuyas barreras de entrada al mercado y de llegada al consumidor, estriban por lo general en estos dos factores clave; altos costos de producción y como consecuencia, precio de venta difíciles de asumir para el público en general.
GLAICE posee entre otras muchas, la capacidad de hidratar a niveles óptimos, aportando los minerales necesarios que el organismo necesita para un mejor equilibrio homeostásico, mientras crea un entorno alcalino en el organismo, que es altamente beneficioso y precursor de estados de salud y bienestar como ninguna otra agua o bebida es capaz de potenciar.
Después de todo, si nuestro cuerpo es agua, por qué vamos a limitarnos y beber tan solo aguas que no poseen la calidad que nuestro cuerpo necesita y merece. Al fin y al cabo, solo tenemos uno, y es importante y necesario, cuidarlo por todos y cada uno de los medios a nuestro alcance.
GLAICE es uno de ellos. En cuestión de agua, tal vez, el definitivo.
PERO,…¿QUÉ ES EN REALIDAD GLAICE?
Es por definición legal una marca comercial que describe una innovación alimentaria cuya denominación legal de venta es la de bebida refrescante elaborada a base de AGUA ALACALINA IONIZADA de MANANTIAL MINERAL NATURAL. Es en definitiva AGUA ALCALINA IONIZADA
Así GLAICE® se elabora a partir del agua extraída de manantial mineral, procesada a través de sistemas y procedimientos físicos autorizados al final de cuyo proceso de elaboración, se somete a un sistema especial de transformación protegido como secreto industrial y denominado ALKIOW TM (ALKALINE IONIZED WATER SYSTEM®), un sistema avanzado de REESTRUCTURACIÓN y TRANSFORMACION, cuyo ingrediente matriz es un producto concentrado de sales y sustancias minerales, que provoca la reestructuración y micro-fragmentación de los solutos coloidales presentes en el agua mineral natural transformándolos en millones de electrolitos presentes en forma iónica a través de una reacción.
Este sistema y tecnología, permite obtener prácticamente a partir de cualquier agua potable, y en especial desde el agua de manantial mineral natural, un agua de características análogas al agua de glaciar, que no solo posee un sabor limpio, puro, suave y un aspecto cristalino, sino que además actúa como un poderoso antioxidante natural que hidrata el organismo de manera óptima, y muy especialmente por su mecanismo de acción desde en el nivel celular).
PORQUE GLAICE ES TAN ESPECIAL
El agua alcalina ionizada es especial, y como tal se ha venido utilizando en muchos países del mundo, de modo continuado.
Por ejemplo en Japón, llevan más de 30 años disfrutando de este tipo de producto bajo diferentes denominaciones comerciales como “Kangen”, cuya traducción a nuestro idioma significaría “retorno al origen”, y sus beneficios están ampliamente documentados.
Por otro lado hasta la aparición de GLAICE, el único medio para producir este tipo de agua, eran los ionizadores y alcalinizadores domésticos, aparatos de electrólisis muy extendidos por todo el mundo, pero que poseen la desventaja de que el agua transformada por estos métodos no es estable y a partir del segundo día de producción, y aun mantenida en refrigeración, pierde sus propiedades, ya que los iones cargados eléctricamente por medio de electrodos no retienen esta carga “artificialmente aportada”.
¿COMO SE ELABORA GLAICE?
El proceso de elaboración de nuestro producto, comienza por la extracción del agua del manantial de Sierra Cazorla, en el corazón del parque natural del mismo nombre, un espacio protegido de la naturaleza alejado de urbes y contaminación, donde se encuentra un acuífero característico.
Nuestra compañía, ha elegido este manantial debido a las características especiales que posee, a su particular pureza (al no hallarse ciertos residuos presentes en otros manantiales de aguas de embotellado, especialmente residuos creados por el hombre durante los últimos 50 o 60 años), y por las propiedades que el producto elaborado presenta una vez sometido a nuestro especial sistema, entre otros factores determinantes.
Este manantial se mantiene incorrupto. Las instalaciones y maquinaria se encuentran aprobadas por las autoridades sanitarias y alimentarias correspondientes, bajo cuyo estricto control se encuentra la planta donde se elabora el producto en conformidad con la legislación y reglamentación vigentes en la Unión Europea y España.
¿QUE MINERALES IONICOS POSEE GLAICE?
Nuestro producto se presenta en el mercado con una serie de minerales iónicos y elementos-traza que comprenden: Calcio, Magnesio, Potasio, Sodio, Hierro, Cobre, Zinc, Selenio, Manganeso, y otros de menor presencia como el Acido Fúlvico o el Ortosilícico, todos ellos esenciales para la vida y el sostenimiento de la función metabólica, siendo por tanto la única bebida que aporta una cantidad tan importante de electrolitos, y por tanto, de energía refrescante sin los inconvenientes de otras bebidas y preparados energéticos, como son los excesos de calorías en las bebidas isotónicas, azucaradas o los siempre perjudiciales excesos de estimulantes, (cafeína, teína, taurina, etc.), en otro tipo de refrescos y elaborados al uso que son conocidos y se encuentran disponibles en el mercado.
Por ello, y tras su especial proceso, GLAICE está lista para ser consumida, con una cantidad de residuos minerales muy baja, pero repleta de sustancias y minerales presentados todos ellos en forma iónica y transformada finalmente en un líquido madre (agua) de excepcional pureza y textura, con un paso de boca claro, limpio y aterciopelado, y despertando, -en palabras de los expertos-, la sensación de estar bebiendo “aire”.
GLAICE se mantiene estable en su composición y características en el tiempo, conservando su “carga” iónica durante años aún embotellada, con una mínima deriva de pH, algo que las aguas alcalinas (naturales) no pueden garantizar. Recientemente, se ha descubierto que la inmensa mayoría de aquellas aguas envasadas que parten con un pH alcalino desde la propia fuente, acaban, a las pocas semanas o meses con pH ácidos inclusive.
Por otro lado, GLAICE se embotella pura, sin contener metales pesados, clorinados y otros contaminantes presentes en la mayoría de las aguas en la actualidad, y en muchas bebidas preparadas. Ello sin la necesidad de haber sido sometida a procesos osmóticos o de otro tipo, que “purifican” el agua, dejándola sin la práctica totalidad de los elementos que precisa para ser consumida, lo que convierte ésta en un liquido que muestra un comportamiento indeseable dentro del organismo humano, al atraer de modo selectivo los iones que nuestro cuerpo precisa para muchas de sus funciones. Así, estas "aguas" detraen elementos como el calcio, sodio y potasio, de nuestras células, creando una situación de "deficit" que el organismo no puede solucionar sin un aporte extraordinario de los mismos, y si los hace, será a costa de un importante esfuerzo metabólico y fisiológico.
GLAICE, además se elabora para mayor garantía del consumidor, mediante un sistema de control de calidad múltiple, por parte de la empresa embotelladora, la propietaria de los derechos, la comercializadora y por parte del propietario de la marca, que "auditan" rigurosamente las instalaciones y verifican los procesos a los que el agua se somete hasta llegar a estar empaquetada y lista para su despacho y posterior disfrute por parte del consumidor.
La propietaria de los derechos de marca realiza constantes analíticas exhaustivas al producto final, para garantizar la optima fabricación de todos y cada uno de los lotes elaborados, minimizando así los eventuales riesgos, nulos en realidad, derivados de cualquier alteración de los procesos, por mínimas que estas alteraciones pudieran llegar a ser, en caso de existir.
¿Qué es el pH?
El pH es una medida logarítmica de la concentración de iones hidrógeno, definido y aceptado desde científicamente desde principios del siglo XX.
¿Que impacto tiene en nuestra salud un pH alto?
En algunas ocasiones, se ha cuestionado o especulado acerca de lo que ocurre con el agua alcalina ionizada cuando esta llega al estómago y entra en contacto con los jugos gástricos, especialmente el acido clorhídrico cuyo pH es muy bajo.
Como la cultura médica y fisiológica de la población general es baja, algunas compañías, especialmente fabricantes de bebidas refrescantes de naturaleza ácida (pH bajo) han alzado fuertes pero infundadas críticas, acerca de los efectos del agua alcalina en el cuerpo humano. Daremos una respuesta definitiva a este asunto del modo más claro posible, para despejar dudas u opiniones carentes de sustento científico y técnico.
Con la finalidad de digerir los alimentos y evitar la presencia y la actividad de cierto tipo de bacterias y virus que ingerimos al comer, nuestro estómago contiene una serie de sustancias que naturalmente son ácidas. El valor de pH en el interior del estómago se mantiene en el entorno del pH 4.0, de modo normal.
Cuando tomamos alimentos en general, y bebemos agua, especialmente si esta es alcalina, el pH de nuestro estómago junto con el de su contenido sube de modo natural igualmente. Por tanto, cuando esto sucede, se ponen en marcha toda una serie de complicados mecanismos de retro-información celular y fisiológica propios del organismo, especialmente del aparato digestivo para que éste secrete más ácido clorhídrico y el pH se reajuste a 4 de nuevo. Inicialmente, parece que el agua alcalina, lo único que logra es la re-acidificación del estómago.
Sin embargo, ahora pasamos a explicar porqué esto es algo positivo para usted y su bienestar. No es necesaria más que una somera explicación para lograr la simple comprensión del funcionamiento (fisiología), de nuestro aparato digestivo en general y el estómago en particular.
Nuestro cuerpo no posee ningún depósito o reservorio de ácido clorhídrico ya que la presencia de éste en contacto con otros tejidos fuera del estómago sería nefasta para los mismos, pues dicho ácido estomacal es tremendamente abrasivo y cáustico, por lo que si esto sucediera, los órganos o tejidos con los que entrara en contacto, se perforarían o dañarían de modo difícilmente reversible.
Fisiológicamente, las células de nuestro revestimiento en el estómago y su pared, están extremadamente especializadas y evolucionadas para reproducirse y proliferar de modo controlado cuantas veces sea necesario, incluso de una manera casi instantánea.
Los ingredientes principales que conforman desde el nivel celular el ácido clorhídrico son básicamente el CO2 (anhídrido carbónico), el H2O (agua) el NaCl (cloruro sódico) y el KCl (cloruro potásico) según la siguiente y bien conocida fórmula:
NaCl+ H2O+CO2= HCl + NaHCO3
o en su caso,
KCl +H2=+ CO2= HCl + KHCO3
El subproducto, es decir, la resultante de la combinación de componentes en la fabricación de acido clorhídrico no es otro que el NaHCO3, también conocido como BICARBONATO SODICO o en su caso BICARBONATO POTASICO, unos elementos que circulan por el torrente sanguíneo, y que son aprovechados por el organismo como potentes antiácidos o factores alcalinos que neutralizan el exceso de ácidos en la sangre, al mismo tiempo que disuelven los residuos tóxicos sólidos y los transforman en una forma líquida.
Cuando esto ocurre, se libera entonces una cantidad extraordinaria de CO2 o dióxido de carbono, que se descarga a través de los pulmones.
A medida que envejecemos, la presencia de estos alcalinizántes disminuye y nuestro cuerpo viaja constantemente hacia un estado de mayor producción o exceso de acidez, denominado acidosis.
Esto es algo natural, ya que el cuerpo humano tiende a acumular depósitos ácidos cada vez mas importantes por efecto de estos residuos. Existe por tanto, una relación clara establecida entre los procesos de envejecimiento y los depósitos ácidos.
Si tomamos en cuenta exclusivamente el pH del estomago, sería entendible pensar que el agua alcalina no llegara nunca a ejercer sus funciones en el organismo.
Pero cuando ponemos esto en el conjunto de la fisiología corporal, -elementos minerales aparte-, aparece un beneficio neto inmediato derivado del consumo de agua alcalina ionizada, que tiene una simple explicación, pues si nuestro organismo es ligeramente alcalino, es comprensible que el medio en el que nuestras células viven (mesénquima) sea ligeramente alcalino también.
No obstante, para que éstas produzcan ácidos, precisan producir elementos alcalinos igualmente y viceversa, en un modo similar a lo que ocurre con los alcalinizadores domésticos, que son incapaces de producir agua alcalina sin producir al mismo tiempo, una cantidad determinada de agua ácida, habida cuenta de que el agua de red o “del grifo”, es generalmente neutra o se acerca a estos valores de pH, tal y como llega a la mayoría de los hogares en el mundo desarrollado.
Pero cuando el pH del estómago es superior a 4, el estómago y por ende “el organismo”, “sabe lo que tiene que hacer” para bajar este valor, sin embargo, y por diversas razones, “no sabe lo que ha de hacer” cuando este valor es inferior a 4.
Esa es la razón por la que los esfuerzos del tejido digestivo que conforman el estómago y eventualmente la excesiva producción de ácidos, se compensa habitualmente desde el exterior mediante la intervención farmacológica. Y es conocido y de uso común en las sociedades modernas “medicalizadas”, el combatir el ácido gástrico con antiácidos de diferentes composiciones y fórmulas, algo muy extendido en la población.
Estos hábitos de conducta reflejan una vez más por la vía de la demostración, lo poco y mal que entendemos y cuidamos nuestros aparatos digestivos y en especial el estómago, sin duda el gran maltratado, por causa a los hábitos dietéticos y de consumo actuales, entre otros factores.
Cuando el bolo alimenticio fermentativo pasa al intestino delgado, es decir, cuando abandona el estómago, lo hace con un exceso de acidez, que inicialmente es identificado por nuestro organismo como una alarma, dado el daño que el ácido ocasiona en las paredes del intestino delgado. Lamentablemente ni el intestino delgado ni el resto del aparato y sistema digestivo poseen las defensas necesarias para hacer frente al acido que el estomago y sus fibras poseen.
Por consiguiente, el cuerpo se ve obligado a compensar este nivel acídico mediante la intervención del páncreas, que segrega jugos pancreáticos, en el tiempo en que el acido clorhídrico viaja hacia nuestra sangre.
Experimentamos somnolencia tras una comida copiosa, cuando los elementos digestivos abandonan el estómago, momento en que el ácido clorhídrico viaja por nuestra sangre, (el ácido clorhídrico es el ingrediente principal en muchos de los anti-histamínicos comunes cuyo efecto secundario es la somnolencia).
Los elementos ácidos o alcalinos producidos por el organismo deben de estar compensados por sus contrarios, por lo tanto no hay beneficio alguno a partir de una dieta normal.
Sin embargo, la suplementación de elementos alcalinos desde el exterior, y especialmente a través del agua, posee como beneficio inmediato, una ganancia neta de alcalinidad en nuestro organismo, que este de manera natural no puede obtener, o si lo hace, será mediante un esfuerzo demasiado importante desde el punto de vista funcional y metabólico principalmente, con el consiguiente gasto energético y la activación de todos los demás mecanismos necesarios cuyo coste, desde el punto de vista de la oxidación como fenómeno ligado al envejecimiento es excesivo.
El consumo de agua alcalina ionizada posee innumerables ventajas, en un mundo cuya alimentación, hábitos y aberraciones dietéticas son cada vez mas groseras y patentes, y con los que a diario convivimos, a pesar de la existencia de otros factores determinantes como el estrés, las preocupaciones y demás, que empujan de manera imparable a nuestros organismos hacia estados acídicos permanentes e incontrolables.
Esto es algo que sin duda, aumenta de manera proporcional la presencia y el impacto de la cantidad de trastornos y enfermedades que inundan de modo generalizado la sociedad actual, y que presentan y padecen como principales grupos de población afectados, los conformados por niños o ancianos, por ejemplo, y por todos aquellos cuyos sistemas de respuesta, defensa o combate contra estas situaciones, son insuficientes, bien por inmaduros, bien por extenuados.
Otro importante grupo, lo conforman aquellos que padecen diferentes trastornos y enfermedades para los que estos estados acídicos, precursores de toxicidad acumulativa, representan sin duda una barrera en su recuperación y restablecimiento o en la prevención de aparición de recaídas o “recidivas” cuando de alguna manera han logrado revertir parte de su dolencia y vuelven a estar incluidos, al menos sintomáticamente dentro de los parámetros saludables aceptables o deseados.
EL POTENCIAL DE REDUCCION DE OXIDACION (P. R.O.)
El potencial de reducción de oxidación (PRO), es una medida expresada en mili-voltios (MV) de la tendencia o de la capacidad que indica de manera esencial cuando una solución es oxidante o de-oxidante. Cualquier numeración positiva en el medidor indicará que la solución es oxidante y viceversa, es decir, cualquier medición negativa indicará un potencial antioxidante de la misma solución.
Aunque inicialmente el concepto oxidación tal y como fue definido desde antiguo significaba “combinar con oxígeno”, este concepto en realidad se ha abandonado por ser un tanto radical.
En nuestra vida diaria existen múltiples ejemplos de oxidación, y esta ocurre a diferentes velocidades además.
Por ejemplo, un caso de oxidación lenta es la pieza de hierro que se deteriora al aire libre o al contacto con el agua de la lluvia, o la manzana que se vuelve marrón, por la zona donde hemos dado el mordisco, si la abandonamos encima de una mesa durante un rato sin tocarla. Son dos ejemplos de oxidación a diferente velocidad, pero ambas oxidaciones relativamente lentas.
Cuando miramos un fuego, vemos por ejemplo, un caso rápido de oxidación. Si la oxidación involucra el intercambio de electrones entre dos átomos, sabemos que el átomo que pierde un electrón en el proceso se “oxida” mientras que el que gana dicho electrón se “reduce” al ganar este electrón extra, y pierde la energía eléctrica que le hace robar electrones de manera constante.
Es conocido que la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. Un concepto físico que hemos aprendido desde niños, en general.
También sabemos que la materia puede ser transformada pero no destruida. Podemos alterar su estructura y que esta contenga un potencial energético u otro, incrementando o reduciendo la cantidad de energía que contiene, pero lo que no podemos hacer es eliminar los elementos constituyentes de la materia tal y como estos se encuentran en la naturaleza.
Las sustancias químicas como el cloro, bromo y ozono, son todas ellas oxidantes y su capacidad para oxidar se define por medio del “robo” de electrones de otras sustancias, (lo que los convierte en buenos desinfectantes del agua por ejemplo, al destruir una serie de organismos o plantas que vivirían en el agua sin la presencia de estos), ya que “queman” estos organismos remanentes dejando tan solo algunos químicos como residuos o subproductos de su efecto.
Por descontado, en el tránsito de su actividad, estos oxidantes se ven “reducidos” y por lo tanto su capacidad oxidante va disminuyendo hasta que se pierde. Al combinarse con otras sustancias en el agua, su carga eléctrica puede alterarse, por lo que en caso de uso de estos compuestos, siempre hay que prestar atención a las concentraciones de los mismos con respecto al efecto que deseamos obtener.
Para decidir cuanto es suficiente, debemos tomar en cuenta el término “potencial”, pero no como solemos usarlo en el lenguaje común sino en términos estrictamente energéticos.
El potencial de energía, es la energía que se almacena y esta lista para ser transformada en trabajo.
Otras definiciones de potencial de energía se refieren a la presión, como en el caso de la presión de aire cuando inflamos un globo. Al inflarlo más y más y mantener su boquilla cerrada, la presión interna aumentará pero si lo soltamos de repente, saldrá volando gracias al intercambio de energía que transformará la presión interior al ser liberada, en una forma de energía potencial dinámico-cinética (presión de aire) en movimiento (energía cinética). Así el potencial de energía se mide en voltios. La energía eléctrica en amperios. Pero cuando usamos un voltímetro en los bornes de una pila, la lectura que tomamos es el resultado de los diferenciales entre ambos polos. Esta presión representa el exceso de electrones presentes en un polo de la pila (causado casualmente por una reacción dentro de la misma) que están preparados para fluir al polo opuesto, cuando estos se activan mediante un contacto concreto.
Cuando usamos el término potencial para describir el Potencial de Reducción de Oxidación (PRO), estamos refiriéndonos esencialmente a un potencial eléctrico o voltaje. Tomamos en cuenta la lectura del diferencial generado cuando un metal se coloca en el agua en presencia de agentes oxidantes y reductores.
Este voltaje nos indica la capacidad de oxidación que posee el agua y que la mantiene libre de contaminantes, por lo que cabe preguntarse qué significado poseen para el organismo tanto la oxidación como la reducción.
La respuesta es extremadamente sencilla de comprender. El consumo de alimentos oxidantes, tiene un impacto desfavorable sobre la salud ya que afecta de manera esencial a las características químicas de los fluidos corporales. La mayor parte de las comidas y bebidas son altamente oxidantes y deudoras de electrones. Así de modo idéntico, la adición a la dieta, y por tanto al organismo por medio de esta, de iones negativos de hidrógeno, que se encuentran especialmente en los vegetales orgánicos, afecta a los fluidos corporales de un modo muy favorable que a continuación explicamos.
El potencial de reducción de oxidación varia de modo natural entre alimentos y bebidas, claro está, pero considerando que usted quiera evitar elementos oxidantes internos en el organismo en la medida de lo posible, resulta extremadamente importante, realizar un constante esfuerzo para comer y beber aquello cuyo potencial de reducción de la oxidación se encuentre en el lado “negativo”(-).
Sin embargo y en nuestra contra, la mayoría de lo que bebemos y comemos posee valores de PRO positivos (+), lo que significa que la mayor parte del tiempo potenciamos nuestra propia oxidación. El zumo de tomate, el té verde o el jugo de cítricos recién exprimido proseen un PRO de entre (-50 y -150) mV mientras que la mayor parte del zumo de naranja embotellado o envasado posee un PRO de (+200) mV.
OXIDACION Y CAPACIDAD DE ABSORCION DE RADICALES LIBRES
El proceso de oxidación comienza con el aire que respiramos.
Cada átomo de oxigeno pose un núcleo central con varios electrones circulando en su derredor como satélites orbitando alrededor de un planeta. Cualquier átomo posee ocho electrones orbitales mientras que el oxígeno solo posee seis. Es por lo tanto muy inestable y necesita de dos o más electrones para estabilizarse. Cuando el oxígeno entra en contacto con otros átomos, por lo general “roba” los dos electrones de los que carece, a dichos átomos y con este proceso se desencadena una reacción térmica específica liberadora de energía.
Es posible que el átomo de oxigeno se ligue simplemente a uno o más átomos con la finalidad de compartir los electrones, como ocurre en el caso del agua (H2O) con los átomos de hidrógeno o los de carbono cuando crea el anhídrido carbónico (CO2).
En ambos casos este proceso se denomina “oxidación”. Así, por ejemplo, el oxigeno quema la madera en un incendio o chimenea capturando sus electrones y liberando esta energía térmica en forma de calor, dentro de la estancia o alrededor del fuego.
Dentro de nuestro organismo, el oxigeno captura los electrones presentes en las moléculas que conforman los alimentos que consumimos cuando estos son digeridos, liberando así la energía que utilizamos para desempeñar la mayor parte de las actividades orgánicas.
Entonces, lo que permanece en el cuerpo tras este proceso de oxidación, es lo mismo que ocurre tras el incendio o el fuego en la chimenea, es decir, la oxidación de los hidro-carbonos de la madera produce CO2 que sale en forma de humo por la chimenea o va a la atmósfera en el caso de un incendio, y un resto de cenizas de carbón queda en el suelo o en el piso de la chimenea.
En el organismo, la oxidación de las moléculas de los alimentos desprende CO2 que puedes llegar a eliminar mediante exhalación o expiración a través de los pulmones, pero lo que queda en tu cuerpo, las “cenizas” de esa oxidación, son moléculas con una importante deuda de electrones, a las que denominamos “radicales libres”.
Y los radicales libres, son sustancias peligrosas porque circulan de modo cuasi permanente por tu cuerpo, llegando a todos los tejidos en su desesperado intento de reemplazar los electrones perdidos por otros “robados” de tus células vitales, causando el daño que generalmente es la causa de que las dichas células vitales no puedan desarrollarse y reproducirse de modo normal, es decir, como células sanas.
La mayoría de la gente, vive en la creencia equivocada de que los radicales libres provienen tan solo del exterior, a través de diferentes canales como la polución, y esto no deja de ser cierto, en realidad, dado que existen en la naturaleza docenas de elementos que nos llenan de radicales libres, como el tabaco, el oxígeno remanente de la combustión de hidrocarburos o combustibles fósiles, y otros que se encuentran incluso en el agua que consumimos, la de red, la embotellada, y muchas otras bebidas, sin mencionar claro está, las alcohólicas que están saturadas de ácidos y otros compuestos o elementos y que son una grandes productoras de radicales libres dentro del organismo humano.
Pero al mismo tiempo, e incluso en un mundo utópico libre de polución, los radicales libres se estarían produciendo en nuestro organismo de manera constante en nuestro interior.
LA ANTIOXIDACION
La ciencia y sus representantes, han convenido que los oxidantes no solo arrugan tu piel, dañan los órganos internos y contribuyen activamente al daño oxidativo celular causando daños secundarios en el ADN, que van a determinar sin duda otras consecuencias mayores como el envejecimiento precoz y ciertas enfermedades.
Los científicos también proponen modos y formas naturales de alimentación y cuidados, que te ayudarán sin duda a resistir el daño oxidativo, como por ejemplo el suplementar tu dieta aportando a tu organismo antioxidantes procedentes de dicha dieta o de la ingesta de ciertas formas de complementación alimenticia y nutricional.
Pero el dilema ahora está en conocer, que antioxidantes son los mejores para ti.
Es importante que recuerdes que la función esencial de una antioxidante es la de aportar electrones a los radicales libres que como se ha dicho, son deficitarios en electrones. Así, suministrando estos elementos, los radicales libres dejarán de “robar” electrones a nuestras células vitales que los precisan a su vez para el saludable y normal funcionamiento metabólico.
EL P.R.O. Y EL C.A.R.O.
EL P.R.O. (POTENCIAL DE REDUCCIÓN DE OXIDACIÓN) puede medirse para saber la cantidad de electrones que se encuentran dispersos en un líquido.
Esto se hace mediante un aparato especial diseñado para tal efecto. Los materiales oxidantes muestran una positividad (+) por encima del valor “cero” mientras que los antioxidantes muestran un potencial cercano a “cero” o inferior a este valor, es decir un potencial negativo (-).
Cuanto más bajo es el valor potencial, esto indicaría mayor cantidad de electrones disponibles.
Por ejemplo, la Coenzima Q10, un antioxidante que se ha hecho muy popular en los últimos tiempos, y ampliamente publicitado en cremas, cosméticos y otro tipo de elementos y compuestos anti-envejecimiento, posee un potencial de reducción de oxidación (PRO) de (+)49mV en tanto que el zumo de naranja recién exprimido, por ejemplo, posee un PRO de (-)120mV.
Así, es posible apreciar que el zumo de naranja, por ejemplo, posee una capacidad muy superior de donar electrones a los radicales libres y por tanto de ejercer un efecto antioxidante mucho mayor que la publicitada Coenzima Q10, al poseer mayor capacidad de neutralización de los radicales libres y sus derivados.
Otra forma de medir el efecto antioxidante de un alimento o compuesto, es el denominado C.A.R.O. u O.R.A.C. (por sus siglas en ingles) que viene a significar la Capacidad de Absorción de Radicales Oxigénicos u (Oxygen Radical Absorbance Capacity), un “test” especialmente diseñado para medir la presencia de antioxidantes en los alimentos, primariamente poli-fenoles que están presentes en las verduras, frutas y vegetales, especialmente en aquellos que presentan un color vivo y brillante en su corteza o cáscara.
Este parámetro de medición se basa principalmente en la intensidad del color presente en el elemento que se relaciona con su capacidad de evitar mediante la neutralización, la presencia de un cierto tipo de radicales libres.
Por ejemplo, las moras, arándanos y otras frutas del bosque, son notorios ejemplos de frutos que exhiben un alto valor ORAC/CARO. Sin embargo, la medición de este tipo de valor antioxidante, puede entrar en contradicción con la verdadera capacidad de “anti-oxidar” del fruto o vegetal consumido, ya que por continuar con el ejemplo, los antioxidantes presentes en estos frutos del bosque presentan una muy baja bio-disponibilidad, (capacidad de ser asimilados por el organismo) y por tanto un valor ORAC/CARO alto, no siempre llevará aparejado un alto poder antioxidante real.
Además no todos los antioxidantes tienen color y menos colores vivos o vistosos, ya que por citar un supuesto relacionado con nuestro producto GLAICE®, diremos que una gran parte de los más potentes antioxidantes orgánicos, son minerales denominados “blancos” como el zinc o el selenio, y este tipo de test, por tanto, resulta inválido a la hora de determinar su poder efectivo como antioxidantes.
TU MEJOR ANTIOXIDANTE
En esencia podemos afirmar, que el mejor antioxidante par el ser humano, es aquel que posee mayor caudal de bio-disponibilidad con la mayor capacidad de donar electrones.
El agua alcalina ionizada te ofrece la forma más sencilla de dar antioxidantes a tu organismo que se conoce, debido a múltiples factores que promocionan su biodisponibilidad como el tratarse de un elemento hídrico simple, con racimos reducidos de moléculas, y de poseer por tanto, un tamaño adecuado compatible con lo que la célula demanda, perfectamente organizado y enriquecido con millones de electrones procedentes de minerales iónicos esenciales para la vida.
El hecho de que sea esta la forma ideal de presentación de este rico aporte, se destaca además por encima de otros métodos como las comidas o pastillas, suplementos en definitiva cuyo vehículo de transporte a la célula, y por tanto su efecto en este nivel, es dudoso.
Al transformar el agua y hacerla compatible en "resonancia" con el plasma y los fluidos humanos, dado que al re-estructurar el agua para transformarla en alcalina e ionizada de manera estable, se rompe la tensión superficial de la misma (algo apreciable a simple vista en su comportamiento en el vaso o la botella), se promueve la permeabilidad celular de modo natural y con un esfuerzo metabólico mínimo.
Por consiguiente y como resultado de lo expuesto, se puede decir que beber agua alcalina ionizada (negativamente), provee de una abundancia de electrones libres cuya finalidad es la de neutralizar los perjudiciales radicales libres que envejecen, dañan y alteran nuestro bienestar, nuestra salud, y nos predisponen a situaciones de desequilibrio celular de difícil compensación por mecanismos normales, además de todo un mundo complejo de beneficios para nuestro organismo.
Nuestra sociedad actual, padece muchos problemas derivados del tipo de agua que bebemos y cómo la bebemos, en que forma, en que cantidades y por como están elaborados una gran mayoría de productos que nos proveen supuestamente de “hidratación”.
Ahora que ya conoces un poco más a fondo lo que es el Agua Alcalina Ionizada y en esencia, lo que es GLAICE y lo que puede aportarte tanto en salud como nutrición, nos gustaría exponer un problema con el que nos encontramos diariamente, y cuyo impacto social se traduce en un alarmante aumento de patologías y enfermedades de diversa naturaleza e índole, preocupantes actualmente para todos.
ADICTOS AL AZUCAR
La mayoría de los países civilizados, especialmente Europeos o Americanos y otros muchos de los denominados emergentes, consumen ingentes cantidades de bebidas azucaradas, sodas, refrescos, y otras de naturaleza similar. El consumo medio de este tipo de bebidas y refrescos, se sitúa por ejemplo en los USA en una cantidad equivalente a 378 litros por habitante y año.
Aunque esta cantidad pueda parecer sorprendente, lo cierto es que no lo es si se tiene en cuenta la cifra, (expresada en billones de dólares) que las compañías fabricantes y comercializadoras de estos productos emplean o gastan cada año en convencer a la población de que estas bebidas son buenas, saludables y además de refrescarnos nos aportan unas cuotas de “felicidad” difícilmente alcanzables por otros medios.
Todas estas campañas, poseen tan solo una meta y un único objetivo; mantener las cifras de venta en máximos niveles cada año. No importa el daño que el consumo de este tipo de productos representa en nuestros niños, jóvenes y adolescentes en el medio y largo plazo de consumo. Las compañías siguen impulsando sus campañas de marketing, centrándolas principalmente en los jóvenes, que es la población “diana” a la que estas campañas apuntan, logrando por ejemplo, que personas de ambos sexos entre 13 a 29 años de edad, consuman aproximadamente el triple en cantidad neta, de este tipo de bebidas que el resto de los grupos de población.
EL PROBLEMA ASOCIADO
La principal problemática asociada a este consumo, procede del hecho de que las bebidas de este tipo contienen más azúcares, calorías y acidez de la que tu cuerpo necesita o sería deseable.
Sociedades científicas de reconocido prestigio como la Asociación Americana del Corazón, promueven la teoría de que el consumo máximo de azúcares no debería exceder los 25 gramos en mujeres y los 37.5 en hombres. Además cualquier ingesta que represente un pH por debajo de 7.0 debería de considerarse ácido, y la mayoría de las bebidas de este tipo, expresan niveles de pH muy por debajo de esta cifra.
De tal modo, la mayoría de las colas y refrescos poseen pH de 2.5 a 3.4 y cifras calóricas escandalosas, que pueden se consultadas en cualquier publicación de las múltiples existentes, donde con detalle se analiza el “valor” nutricional y el interés de consumo de este tipo de bebidas, cuya mejor y mas trabajada ventaja, reside en el marketing que de ellas se realiza, y lógicamente en los importantes beneficios que aportan a las empresas, pero pocos o ninguno, salvo el incremento de los niveles de adicción y dependencia de los azúcares, para la población que los consume a diario.
¿Qué ocurre cuando no estás hidratado?
Perdemos agua cuando respiramos, sudamos y orinamos.
En realidad perdemos agua en todo momento, con toda actividad fisiológica, algo que ocurre a nuestro organismo a lo largo de todo el día.
La transpiración, diaforesis y sudación, son mecanismos naturales de regulación de la temperatura del organismo, por lo que cuando no repones los líquidos que pierdes en estas funciones, tu organismo no puede regularse de modo eficiente, equilibrado y óptimo.
Es por ello que resulta extremadamente importante permanecer atento a los niveles de ingesta de agua que tu organismo precisa tanto como a los signos de necesidad de hidratación que tu organismo te manifiesta de manera constante y que pasan en ocasiones desapercibidos o meramente ignorados, con los resultados que esto implica para la salud del ser humano. Especialmente en lugares con temperaturas elevadas, aires acondicionados, calor, sol, durante el ejercicio y en cualquier situación que requiera esfuerzo metabólico o adaptación, es importantísimo mantenerse correcta y perfectamente hidratado.
Existe la creencia comúnmente extendida de que tan solo hay que hidratarse cuando perdemos líquidos de manera extensiva, como en el caso de la practica de ejercicio intenso, sin embargo, existen muchas situaciones normales de la vida diaria en la que es necesario mantenerse correcta y perfectamente hidratado.
No se deben subestimar las necesidades de hidratación y la posibilidad de llegar a estar deshidratado durante episodios normales de la vida diaria, mientras conduces, cuidas a tus hijos o simplemente estas caminando. Incluso hay momentos en que no te das cuenta de tu situación de pérdida de hidratación, por lo que es importante no esperar a sentir sed excesiva u otros síntomas para mantener tu organismo con los niveles hídricos que el desarrollo de la vida normal precisa.
La deshidratación sucede a lo largo del tiempo, por lo tanto la solución es beber, de manera rutinaria, agua pura y fresca a lo largo del día.
Los signos de deshidratación que hay que conocer
Es importante saber cuales son los signos de deshidratación que precisan de atención y alerta por parte de cualquier humano antes de que la perdida de fluidos signifique un gran problema. Es igualmente importante permanecer atento a estos consejos para aprender a reconocer los signos básicos de este fenómeno tanto para ti mismo como para tus familiares y/o amigos.
Así, es necesario tener en cuenta, que la sed, por si misma no es un signo temprano sino tardío de deshidratación, y por tanto cuando estas sediento, ya estás deshidratado. Es importante también conocer que niveles de líquidos precisa tu organismo de manera habitual por día, para proporcionárselo sin que despliegue los signos de alarma, obligado por la necesidad.
En realidad solo el agua posee la propiedad de mantenerte hidratado de manera correcta y optima, y no todos los tipos de agua cumplen esta función a la perfección. Cuando bebes agua embotellada, aunque aportes fluidos extra a tu organismo, puedes estar perdiendo minerales y nutrientes de manera natural, por un exceso de eliminación (pérdida electrolítica), y no reponiendo estos, pues no todas las aguas embotelladas contienen todos los nutrientes minerales necesarios para esta función.
El agua del grifo (tap water) es mejor para esta función aparentemente, pero el inconveniente estriba en que ésta, siempre va acompañada de innumerables sustancias que inevitablemente están presentes en este tipo de aguas, además de otras indeseables cuyo potencial de bio-acumulación y daño en nuestro organismo está aun por conocer y determinar de manera suficiente y precisa, por los expertos.
LO MEJOR PARA TI Y LOS TUYOS
Por muchas y muy variadas razones, GLAICE es para ti y para aquellos que te importan, la mejor agua que puedes beber.
Te mostramos algunos de los beneficios básicos que implica el consumo de agua alcalina ionizada, además de otros ya expuestos en el desarrollo de este boletín informativo.
LA HIDRATACION
GLAICE te provee de la mas completa y avanzada fórmula de hidratación para tu organismo disponible en botella. La importancia de este beneficio directo no debe ser minusvalorada ya que cada vaso de GLAICE posee un caudal de hidratación estimado equivalente a 4-5 vasos de agua corriente o mineral, lo que evita el consumo excesivo de agua y sus complicaciones para alcanzar un perfil de hidratación idénticos.
LOS MINERALES
GLAICE contiene minerales micro-fragmentados, como calcio, sodio, potasio, magnesio y ciertos minerales traza. Estos proporcionan a tu organismo la energía y vitalidad que necesitas para todo el día con rendimiento optimo de tus funciones. Al contrario que otras aguas, filtradas por membrana u ósmosis inversa, que despojan de estos elementos al agua, GLAICE posee millones de electrolitos que aportan una inestimable ayuda a nuestro organismo inclusive en la prevención de ciertos trastornos funcionales.
LA ALCALINIDAD
GLAICE es agua alcalina, por lo tanto, en lugar de perjudicar a tu organismo con los efectos que las bebidas ácidas producen, encontrarás un universo de sensaciones de bienestar indescriptibles que experimentarás con el consumo regular de agua alcalina, mientras tu organismo reduce las necesidades metabólicas que se precisan para la asimilación de otro tipo de bebidas.
LA EXPERIENCIA DE BEBER PUREZA
GLAICE presenta un sabor superior con una textura suave, de carácter ligero y aterciopelado.
Una personalidad que tiene su origen en su pH alcalino, en sus minerales iónicos y en su estructura hexagonal. Esta forma, es la mejor que el agua puede adoptar puesto que es la única compatible y armónica para con los fluidos corporales humanos.
Las propiedades naturales de GLAICE, su pureza y excepcional sabor “limpio”, sitúan a nuestra agua entre las mejores que puedes degustar y saborear en cualquier lugar del planeta.
Resulta virtualmente imposible encontrar otro agua en el mundo con estas propiedades, naturaleza y sensación al paladar, aparte de sus beneficios, en la increíble relación precio- calidad que nuestra marca y producto ofrece.
El sabor superior GLAICE nace del verdadero corazón de las entrañas de la tierra, en los montes de la Sierra de Cazorla, un paraje natural protegido del sureste de la península ibérica, donde la tierra nos obsequia con una materia prima, el agua, dotada de un carácter mineral natural muy especial, que desde hace más de 100 años permanece activo y mantiene sus propiedades de manera constante.
A partir del agua de este manantial, y mediante nuestro proceso único de elaboración patentado, cuyo secreto industrial se encuentra protegido, obtenemos un agua mineral estructurada, racimosa, hexagonal, iónica y ligeramente alcalina, tal y como ocurre de modo geológico con el agua procedente del deshielo y de las corrientes glaciales, dotando así al agua pura inicial, de las propiedades deseadas, hasta hacer de ella un agua de calidad superior, sabor excepcional y propiedades únicas, adaptadas a los paladares más exigentes y a las necesidades de aporte de salud y protección necesario y deseable, en el mundo actual.
Cuidamos cada detalle, hasta los que no se ven.
GLAICE no solo es un agua pura, más sana y con un paladar superior, sino que además está repleta de beneficiosas funciones adicionales y otros usos, que van más allá de lo que un producto como éste representa.
Por ello, te invitamos a descubrir, día a día, como GLAICE puede ayudarte a disfrutar, entre otros, de un nivel de hidratación superior y a sentir, la sensación real, de que el agua, nuestra agua, puede ser el mejor refresco para tu cuerpo, que encontrarás en el planeta.
El único, que dará a cada una de las células que componen tu organismo, una importante parte de lo que necesitan para mantenerse sanas, en un nivel superior de estabilidad y normalidad, difícil de alcanzar hasta ahora.
Por eso, nos enorgullecemos de presentar cada botella de manera elegante y única, que le dé además a nuestro producto un toque de distinción. Aunque lo más importante está en el contenido, nos gustaría que cada botella de nuestra agua que se abra en una mesa, restaurante, hotel, casa o celebración, aporte a esa mesa, no solo un producto de nivel excepcional en su contenido, sino además en su continente. Los detalles, son importantes para nosotros, como lo eres tu.
GLAICE se presenta también en formatos económicos de botella PET, para que nadie deje de beneficiarse del agua alcalina ionizada de manantial mineral natural en toda su plenitud.
Por ello, y pensando en las familias y hogares, donde cada uno de nosotros trata de dar a los suyos lo mas sano y natural, hemos renunciado a una gran parte de los beneficios comerciales que reporta un producto de alto coste y alto valor añadido, para acercar su consumo a la población general.
Así, nuestra línea específica de alimentación, permitirá que nadie deje de acceder a nuestro producto y su superior calidad, a un precio asumible y razonable para todos los bolsillos. Para nosotros, las personas, y el ser humano en su individualidad, es algo muy especial, y por ello, no queremos que nadie deje de beneficiarse de un agua realmente especial.
Ese es nuestro compromiso contigo.
LA CIENCIA NOS RESPALDA
Detrás de un producto como GLAICE, hay un caudal inmenso de ciencia sobre el agua.
Nuestra investigación, ha sido la culminación de otras muchas, llevadas a cabo durante años en diferentes lugares del mundo, desde las montañas más altas de los Himalaya o los Alpes hasta las regiones recónditas del ártico canadiense, lo que ha permitido a nuestros expertos y científicos desvelar los misterios que se escondían tras la pureza, salubridad, beneficios naturales derivados de la transformación geológica del agua más pura y energética que existe en el planeta.
Hemos alcanzado, para llevarlo a tus manos, el secreto de la química mineral natural del agua, que la Madre Naturaleza ha desarrollado de manera integral durante millones de años. Con un pH cercano o superior a 8.0 y rica en oxígeno, nuestra agua es una fuente natural de electrolitos, estructurada, hexagonal, y contiene un caudal importante de minerales en forma iónica, la única que el cuerpo humano absorbe de un modo natural, sencillo y sin esfuerzo, lo que redunda en una hidratación celular óptima que satisface y refresca más con menos cantidad consumida.
Mas allá de lo que la Naturaleza puede hacer
El Agua terrestre se recicla durante un periodo natural de unos siete años, por lo que la mayor parte del agua de nuestro planeta azul, se evapora a la atmósfera para retornar posteriormente a la tierra, una y otra vez en lo que parece ser una sucesión interminable.
En realidad, y debido a este ciclo natural y su proceso continuo, el agua no puede auto-reciclarse completamente y desprenderse de los contaminantes y otros depósitos indeseables que arrastra disueltos, como el gran solvente universal que es.
Nuestro proceso de elaboración y transformación combina todo el poder natural de los minerales con la capacidad de adaptación y transformación del agua, recreando todo un proceso natural de restauración de la armonía y limpieza que el agua de manantial mineral natural, como el nuestro, puede poseer finalmente.
Nos sentimos francamente orgullosos de nuestro método y producto, para decir que cada una de nuestras botellas contiene en definitiva, Agua, ¡como debe de ser!
AVISO LEGAL
El producto descrito en el presente documento no tiene la intención de curar, prevenir o modificar el curso de tratamiento, proceso, enfermedad o trastorno alguno, ni la información contenida en el presente documento ha de ser tenida en cuenta fuera de lo que constituye su valor real, esto es, meramente informativa e ilustrativa. Las reclamaciones saludables que se puedan atribuir al agua alcalina ionizada con independencia de su proceso de elaboración y/o marca comercial, no son producto de la empresa responsable sino de los estudios científicos y abundante literatura disponible al respecto de la misma en la red y en las bases documentales consultadas. ND Pharma & Biotech y su subsidiaria GLAICE WATER Co. declinan toda responsabilidad sobre interpretaciones erróneas o alteradas a partir de estos datos o de la información suministrada. La compañía ofrece un producto de calidad cuyas propiedades se encuentran respaldadas por los estudios científicos correspondientes y aunque estas reclamaciones podrían hacerse públicas al amparo del Reglamento CE 1924/2006, la posición de la compañía es la de no realizar para su producto reclamación alguna de esta índole. Sin embargo, sí se recomienda al consumidor, real, potencial o prospectivo, que investigue personalmente sobre los efectos posibles, potenciales o reales y la conveniencia o no de consumir AGUA ALCALINA IONIZADA, y especialmente aquella cuya composición y características, su estabilidad y otras circunstancias como en el caso de GLAICE, la hacen posicionarse entre las más recomendables para su consumo, y en especial por su insuperable relación precio-calidad.
Existen en el mercado y accesibles al consumidor múltiples fuentes de información acerca del agua alcalina ionizada, que sin duda aportarán una mejor comprensión y riqueza de entendimiento a la presencia en el mercado y en los hogares de un producto como GLAICE®